GRACIAS, TOLERANCIA.
La tolerancia se basa en el respeto
hacia los demás o hacia lo que es diferente a lo propio.
Este respeto a los demás implica
respetar las ideas, prácticas o creencias, aunque choquen con las propias.
Este valor si lo inculcamos desde temprana edad, estableceremos las bases para vivir dentro de nuestra sociedad en armonía, al normar adecuadas relaciones positivas para el futuro.
Las diferencias o desacuerdos es una rutina al jugar entre los niños, y a veces los padres toman partido, y la situación se complica, es nuestro momento para enseñarles el significado de la TOLERANCIA, y que mejor lograr una solución en común de mutuo respeto para ambos o del grupo.
El niño aprende por imitación, si ellos ven que somos capaces de resolver nuestros propios desacuerdos con otras personas, es la base para ellos a futuro.
La tolerancia nos ayudará a niños y adultos a establecer adecuadas relaciones afectivas, efectivas y a sentirnos partes de un grupo o comunidad.
Aceptemos con respeto las opiniones contrarias a las nuestras.
No descalifiquemos a las personas que tienen puntos de vista que no compartimos. Las aceptamos y las discutimos con respeto genuino para lograr que las discrepancias sean objetivo común: la concordia y hermandad.
Tolerancia no es hacer concesiones. Tampoco es indiferencia. Es lograr la mejor decisión mediante el diálogo consensuado.
Supone conocer y aceptar al otro.
Elegimos ser tolerantes por convicción.
Tolerancia implica voluntad y madurez.
¡La TOLERANCIA es una de las mayores expresiones de respeto!
¡La diversidad es grande, debiendo ser aceptada, respetada y debatida!
¡Inculcar la enseñanza de la TOLERANCIA a nuestros niños, es excelente!