CASA LLENA: UNA BENDICIÓN
Mi esposa y yo, estábamps ansiosos por la venida de nuestro primer bebé; cuando llega, nuestras vidas cambiaron, a la par que nos sentíamos bendecidos por la dicha de tener un bebé sano y fuerte, también vino la responsabildad de la atención, el cuidado, amor, nutrición, interés y educación. Cierto es, a veces llegaba la ansiedad y nos desesperábamos.
Pronto nos vimos con la presencia de una nueva integrante que vino a iluminar nuestra dicha y hogar. Los niños crecen rápido, y había que llevarlos al Jardín de Niños y a la Escuela Primaria; sin darnos cuenta a veces nos gritábamos e intercambiávamos culpas, reproches, cada quien con su “verdad”, muchas veces al borde de la desesperción y separación.
Pero un buen día el sentido común nos lleva a la reflexión, de que a donde vayamos y formes una nueva relación surgirán los mismos problemas y responsabilidades.
Entramos en acción, en igual de gritos y regaños a nuestros hijos “qué porque gritaban”, “qué tiraban todo”, “qué rayaban las paredes”, “qué se les caía la comida”, “no se cepillaban los dientes”, “no se lavaban las manos”, “se querían acostar noche”, “no querían levantarse temprano”, “qué son malos para comer”, “que no les gustan las verduras y las frutas”, y nosotros con nuestrtos eternos gritos y regaños, molestos por su comportamiento.
¡Basta! Nos dijimos, __CAMBIEMOS NOSOTROS.
Nos trazamos un objetivo, porque el silencio llegará cuando abandonen nuestro hogar, y su ruído lo extrañaremos. __»Si todo limpio, ordenado, en su lugar, en calma, pero nuestros corazones vacíos y en añoranza de sus travesuras».
Y así fue, CAMBIAMOS PARA DISFRUTAR Y COMPARTIR ese mundo maravilloso y hermoso lleno de magia, fantasía y tremendas travesuras, todo propio de los niños.
Si, el tiempo vuela y no regresa, así que hoy vivimos felices compartiendo nuestro hogar con mucha felicidad, armonía y dicha. Nuestros hijos cuando crezcan siempre regresarán, porque saben que este nuestro humilde hogar representa la dicha de haber crecido con estas palabras cortas y sencillas, que se son: «TOLERANCIA Y AMOR», además, disfrute de sus travesuras, que hoy por hoy nos sirven de anecdotario.
¡Disfruta siempre a tus hijos, son tus anhelos y esperanzas!
¡Comparte sus risas y travesuras, son regalo de vida!
¡Es alimento anecdotario, digno de recordar!
FEPENORO: Siempre con la Familia.