Padres

NUESTRAS MANOS: Don divino.

 Todos los días nos vemos las manos, algo hacemos con ellas, desde lo más cotidiano, hasta la mayor complejidad, como tocar un instrumento musical o ensamblar miniaturas de diversa índole.

 Es la parte distal del brazo, presenta una gran funcionalidad y una increíble variedad de movimientos, gracias a la participación de sus 27 huesos, la presencia de 3 nervios: radial, mediano y cubital, a los vasos sanguíneos y al conjunto de 19 músculos; al igual que los grandes equipos han logrado una perfección especializada para ejecutar funciones de alto grado de precisión, dentro de una perfecta armonía.

 Solo nosotros los humanos, sin excepción alguna nos diferenciamos del resto de los animales; tenemos la capacidad para ejecutar un tipo particular de pinza de increíble exactitud, “yema con yema”, en la que el objeto se sujeta con las yemas del pulgar y a uno o varios de los otros dedos.

 Con las MANOS, estamos listos para agarrar todas las cosas, poder manipularlas a nuestro mejor antojo, cambiarlas de sitio y sobre todo disfrutarlas: Escribir, dibujar, esculpir, pintar, diseñar, trepar, acariciar, y tantas y tantas otras variadas funciones.

 Cuando el bebé inicia el manipuleo, se ve feliz tomando todo objeto, para luego lanzarlo, es el inicio de su gran aventura exploratoria; sus manos son parte activa y fundamental en este proceso maravilloso de esta etapa de la vida, es la llamada MOTRICIDAD GRUESA..

 Poco a poco va afinando, y de esta fase, pasa a la MOTRICIDAD FINA. Vamos creciendo y tiene que ir perfeccionando hacia una exacta manipulación de sus MANOS, para ejecutar actos de verdadera confianza, de grandeza y de auto-regocijo en prodigio y portento.

 ¡Benditas MANOS, cuan útil son!.  

 ¡Cuidar nuestras MANOS, es un deber infalible!

 FEPENORO: Siempre con la Familia.