Tiene su origen en Italia en el año 1400, de ahí, fue llevado a Nueva España (México) en 1769 donde, por un tiempo, lo jugaron solo las clases altas de esa época.
Durante la Guerra de Independencia de México (1810 – 1821), fue el pasatiempo preferido entre los soldados, desde entonces se convierte en uno de los juegos más tradicionales de México, pasando a ser parte esencial en las Ferias y en las Familias.
La LOTERÍA es en esencia un juego que manifiesta cariño, felicidad y relajación en todo Hogar Mexicano.
Tiene la particularidad en los niños, a la vez que enseña a distinguir los diversas imágenes y número de cada carta; educa a como pronunciarlos, pero lo más interesante es que eleva el sentido de la ATENCIÓN en cada una de las 54 cartas que se van anunciando, y esperar a que se agoten las que corresponden a nuestra Tabla con la cual estamos jugando, la ansiedad nos invade, la fortuna nos socorre cuando la última carta nos llega para el gane final, y decir, con toda emoción, alegría y euforia: “¡AQUI CON ELLA!”, “¡LOTERÍA!”, “¡BUENAS!”.
Para hacerla más emocionante y elevar la ATENCIÓN DE LOS NIÑOS dentro del desarrollo de las 54 cartas, existen más formas de ganar; “Chorrito”, que puede ser horizontal, vertical y diagoinal, “Cuadrito en el centro” y “Cuatro esquinas” y desde luego, la famosa ”LLENA”.
Muy buena opción permitir a nuestros hijos que ellos “canten” las cartas, ésto les fascina y les da la sensación de grandeza y aprenden la asociación de la imagen con la pronunciación .
Un detalle que es extraordinariamente valioso: “Logran diferenciar el triunfo entre EL AZAR y LA PLANIFICACIÓN”.
Pasar un buen rato de esparcimiento jugando a la Lotería, es un momento memorable.