PARÉNTESIS: UNA NECESARIA REFLEXIÓN AL AÑO DE EDAD.
Hemos estado viviendo el regocijo y la inmensa alegría de ver el crecimiento y desarrollo de nuestro hijo, y nos parece increíble que ya tenga un año de edad.
Debo REFLEXIONAR a un año de su nacimiento, necesaria parada de la vida, y analizar todo cuanto he hecho por él, y si algo faltara, generar fortaleza para seguir luchando por su bienestar.
El CARIÑO que nos une es grandioso, porque en todo acto nos alimenta el corazón.
Siempre presente nuestro esmero para verlo sano, verlo reir y de disfrutar de sus ocurrencias y travesuras.
Naciste y te sentimos nuestro, y desde entonces nuestro anhelo es PROTEGERTE, con absoluto respeto a tu persona.
La pregunta latente, __ ¿Cómo educarte?, entendimos que debemos relajarnos, sin complicarnos la existencia, dejarnos llevar por el sencillo sentido común, y esto nos ha abierto a miles de admisibles actuaciones para otorgarte la mejor EDUCACIÓN.
La gran preocupación que también nos asaltó, __¿Y que tal si se enferma?__ ¿Qué voy a hacer?. Por fortuna, nuestro Doctor nos ha enseñado las medidas de prevención en higiene, actividad física y nutrición y siempre llevamos al corriente su Carnet de Vacunación. Así garantizamos su SALUD.
Empezamos a preguntar y a leer sobre VALORES, y le dedicamos tiempo a nuestro hijo en leérselos, pero sobre todo a enseñarle con el ejemplo.
También pensamos en ESTIMULACIÓN TEMPRANA, no porque tenga una limitación, sino al contrario, porque queremos que esté mejor, “el buen nadador, es porque entrena y se le estimula”.
Le APOYAMOS en sus pequeñas tareas, con libertad de que sea él, quien tome la iniciativa, en el entendido a considerar su edad y en conocimiento de los Indicadores del Desarrollo.