Padres

NUNCA MI BEBÉ SE CAYÓ DE LA CAMA:

El bebé se cayó de la cama: Es una experiencia tan común como aterradora,

que moviliza a toda la familia, y a correr al doctor.

Necesitamos estar en conocimiento del proceso de crecimiento y desarrollo de nuestros hijos, para ajustar adecuadas medidas preventivas y evitar lesiones, es decir, otorgar seguridad y protección.

Los bebés reclaman atención, cuidado, respeto, afecto, amor y reconocimiento.

Una vez que el bebé es capaz de girar su cuerpo, y hay bebés que ya desde los 5 meses muestran esta capacidad, asi que desde esta edad, el riesgo de la caída es posible.

Mamá, _”Grita en cuanto salí de la recámara, escuché su golpe en el piso” y _»Generé un sentimiento de culpa, que me hace sentirme mal». Efectivamente, es un tiempo extraordinariamente corto, entre el abandono y la caída. Podemos hablar de 2-3 segundos que son suficientes.

Ten presente, que el niño al notar tu ausencia, él se moverá por tu búsqueda e impulso natural, en consecuencia caerá.

 Es una imprudencia dejar a nuestro bebé solo en un lugar alto, aunque sea durante unos segundos y sucede cuando menos te lo esperas.

Al bebé le favorece el no lesionarse:  

– Su peso, en relación a la talla.

– La velocidad que alcanza antes del golpe, cuando es una cama de poca altura.

– También sus huesitos son más elásticos y blandos.

Lo anterior, no significa que bajaremos la guardia, está la preocupación de daño en su cabecita, y debemos estar atentos a esta posibilidad como a tantos otros tipos de lesiones.  

La fortuna, es que la mayoría de las caídas suelen ser benignas, pero tiene sus excepciones, por lo que, lo mejor es PREVENIRLAS.

Si mi bebé ya tiene capacidad de girar su cuerpo, entiendo que se puede caer, por lo tanto, jamás lo dejaré solo(a) en la cama, ni por un segundo.

 Si por alguna razón ocupo alejarme de mi bebé:  

1- Lo dejo bien protegido o

2- Me lo llevo en brazos a donde vaya.

 Su cunita, siempre con el barandal bien puesto. 

 

 FEPENORO: Siempre con la Familia.