LÍQUIDO AMNIÓTICO:
Soy un embrión y tengo tan solo 8 días de vida, y ya siento la presencia de este fragante líquido, el cual se convertirá en fiel fortaleza; en esta mi jornada de 9 meses.
Me cubre una membrana (amnios), misma que es muy fina, me envuelve y me protege con su contenido líquido valioso.
Me encuentro, tal como si estuviera dentro de una grande y hermosa piscina, que me permite:
Nadar a plena libertad de movimientos, tan frecuentes como continuos, mi madre los reconoce por las suaves “pataditas” que le doy en su pancita. Estos movimientos, tal cual ejercicio, favorece que mis músculos se desarrollen en forma adecuada, lo que finalmente me proporcionará un crecimiento y desarrollo armónico.
Una gran protección frente a traumas externos, ya que actúa como un AMORtiguador.
Me otorga una temperatura constante favoreciendo el desarrollo de mis pulmones.
Cualquier deshecho que tenga lugar, logro pasarlo a la circulación materna, para que se mantenga limpio y puro.
Estoy feliz, me echo unos traguitos de este preciado líquido y lo libero a través de mi orina.
En caso necesario, el obstetra que atiende a mi mamá adorada, puede tomar una muestra de este líquido, permitiéndole valorar mi madurez gestacional.
Al final, coadyuva para que el cérvix vaya abriendo y permita que mi alumbramiento sea completamente exitoso.
A como avanza el tiempo de la gestación, el líquido amniótico también aumenta en cantidad, ya para las 34 semanas alcanza los 800 ml. y al final del embarazo aproximadamente 600 ml.
En resumen, el LÍQUIDO AMNIÓTICO es para mi todo un confort en todo el embarazo; ahora pido a mis papás que cuando nazca, aprecien y estimulen mis potenciales a desarrollar, para que llegado el momento de ser adulto, sea yo, su gran victoria y orgullo. Gracias papás!.
Cuida tu embarazo, tu bebé merece lo mejor!
FEPENORO: Siempre con la Familia.